Vale la pena levantarse a las tres y media de la mañana, dos horas y media de bus y 12 grados bajo cero para ver el espectáculo de los Geysers del Tatio. Los más altos en la cordillera de los Andes, a 4.321 metros sobre el nivel del mar. Después de un desayuno completo con huevos cocidos al "geyser" y té de coca, nos dimos un baño para entrar en calor. Todo un lujo en el desierto.
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