Volvemos a Cafayate para poder ver más detenidamente la quebrada. De ahí nos dirigimos a Cachi pasando por la quebrada de las flechas, con una carretera imposible, todo son piedras y curvas.
La bajada de la Cuesta del Obispo es una de las zonas más atractivas del país, y esconde el valle encantado, un paraíso verde con lagos a 3.000 metros de altura.
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