Los últimos años la celebración se ha convertido en toda una batalla campal entre los carabineros y los grupos radicales de jóvenes que, aprovechando la ocasión, destrozan comercios, coches, bancos y todo lo que pillan por delante.
No supimos quien se divertía más, si la policía tirando gas lacrimógeno (no veas como pica! y lo sabemos por experiencia propia) y agua a presión o los manifestantes, lanzando piedras, cócteles molotov y pintura.
Visto desde fuera parecía más una fiesta, pero terminaron con más de 800 detenidos.
No hay más fotos de Santiago de Chile, es una gran ciudad pero sin grandes atractivos. El tiempo no acompañó demasiado, visitamos la casa museo Pablo Neruda, el centro de la ciudad con la Plaza de Armas (desde donde parten todas las carreteras estatales), catedral y el Palacio de la Moneda.
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